La ley a cuatro patas. Así se entrena a un perro policía

¡Buenos días, amigos de los perros! Desde siempre es sabido que la obediencia, nobleza y lealtad de un perro cuadran perfectamente con el cuerpo de policías. Pero... ¿todos son aptos para formar parte? Hoy os contamos la preparación de un perro para ser un agente de la ley. 

Aunque no estemos de acuerdo con el trabajo infantil, esta foto no deja de parecernos adorable

Las mejores narices del país se mueven a cuatro patas. Y es que en el último año, sólo en España fueron descubiertas 42 toneladas de droga, rescatadas 102 personas y localizados 6 artefactos explosivos... ¡GRACIAS A PERROS! 

Sin embargo, no todos los perros son aptos para entrar en el cuerpo de policías. Se les realizan unas series de pruebas, la cual sólo pasan los de carácter más equilibrado, más inteligentes y con más valor ante situaciones hostiles. También deberán estar al 100% físicamente y no presentar ninguna lesión. Y si todos los requisitos se cumplen, se procede a un período de prueba de un mes, el cual sirve como último filtro de un entrenamiento muy, pero que muy, largo. 

Cinco meses de entrenamiento es lo que define si un perro es apto para lucir una placa o no. Entrenamiento que se basa en pruebas de olfato, obediencia, rescate ficticios de personas y ataques par neutralizar sin hacer daño. Se entrena al perro de manera tan constante como a una persona, mejorando sus aptitudes y enseñándole a ser, antes que un "perseguidor", un guardián. No siempre se utilizan personas para adiestrar a los perros, siempre son acompañados de perros más veteranos que ya no son aptos físicamente para el servicio. Esto hace que se acostumbren a trabajar en equipo con otros canes y puedan verse reflejados en alguna figura. 

Una vez pasadas las pruebas, les espera ocho años de servicio (nueve e incluso diez si la condición física aguanta). Sin embargo, aunque pueda parecer duro, la vida de un perro policía es un juego. O así lo explican en los cuarteles de la Guardia Civil los adiestradores. Mientras que para un bombero o un guardia forestal el hecho de rescatar a una persona u olfatear en busca de sustancias ilegales es una situación de máxima tensión, un perro se lo toma como un juego en el que debe ser el ganador. Tal vez por eso sean los agentes más especiales del cuerpo. ¿Por qué se lo toman como un juego? Simple. Por la recompensa que recibirán si hacen bien su trabajo. 

Las recompensas suelen ser de todo tipo, desde premios en forma de comida u objetos, hasta muestras incondicionales de afecto. Lo que está claro es que siempre se debe tener motivado al perro policía, para que éste se sienta importante en todo momento y dé lo mejor de sí en cada misión, sin distraerse, firme en sus decisiones y con el objetivo de hacerlo bien para seguir teniendo este afecto. 

Una vez acabado su servicio, los perros pueden seguir en el cuerpo como adiestradores de los nuevos reclutas. Pero, en la mayoría de los casos, se retiran para vivir tranquilamente en la casa de sus guías, sus fieles compañeros de aventuras.